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La entrada en vigencia de la Ley Karin, o Ley N°21.623, ha generado un cambio significativo en las relaciones laborales en Chile. Para comprender en profundidad los detalles y el impacto de esta nueva normativa, consultamos a Javier Soto Solís, abogado experto en derecho laboral y director del área laboral en SS Abogados, quien ha trabajado estrechamente con empresas como Portia en la implementación de esta ley. A continuación, te presentamos todo lo que necesitas saber sobre la Ley Karin.
La Ley Karin es una normativa que busca reforzar la prevención, investigación y sanción de conductas de acoso laboral, acoso sexual y violencia en el trabajo. Su promulgación surge a raíz de dos eventos clave: primero, la ratificación por parte de Chile del Convenio N°190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece medidas para garantizar espacios laborales libres de violencia. Segundo, la tragedia que afectó a Karin Salgado, una trabajadora víctima de acoso constante que terminó en su lamentable fallecimiento. Esta normativa no solo aborda los tipos de acoso laboral ya existentes, sino que amplía y refuerza las herramientas legales disponibles para proteger a los trabajadores y garantizar un ambiente de trabajo seguro y libre de violencia.
Javier Soto explica que la ley establece nuevas obligaciones para los empleadores, quienes ahora deben cumplir con un protocolo de prevención y un procedimiento estandarizado para la investigación de estas conductas. «Antes de esta ley, muchos procedimientos eran voluntarios, pero hoy, toda empresa debe adoptar medidas formales para asegurar que se respeten los derechos de los trabajadores», comenta el abogado.
Los objetivos fundamentales de la Ley Karin son claros: prevenir, investigar, proteger y sancionar de manera efectiva cualquier conducta que constituya acoso o violencia en el trabajo. Para Javier Soto, la importancia de esta ley radica en su carácter preventivo, ya que obliga a las empresas a implementar políticas y protocolos que busquen evitar que ocurran estas situaciones. Además, fomenta un entorno laboral más justo y seguro, donde los empleados tienen herramientas claras para denunciar cualquier tipo de abuso.
«Con la Ley Karin, no solo se protege a los trabajadores, sino que también se promueve una cultura de respeto dentro de las organizaciones. Esto es clave, ya que no basta con sancionar las conductas inapropiadas después de que ocurren; es fundamental evitar que se presenten en primer lugar», asegura el abogado.
Aunque la ley tiene claras ventajas, la implementación no está exenta de desafíos. Las empresas, como explica Javier Soto, deben adaptar sus estructuras internas y recursos humanos para cumplir con las nuevas exigencias legales. «La principal dificultad radica en cambiar la cultura organizacional. Es necesario educar a los empleados sobre qué comportamientos constituyen acoso o violencia según los parámetros de la ley y cómo distinguirlos de las interacciones laborales normales», afirma.
Portia, como empresa líder en outsourcing, ha tomado un rol proactivo en la implementación de la Ley Karin. Su equipo ha trabajado en desarrollar protocolos de prevención y ha integrado capacitaciones periódicas para que todos sus empleados puedan identificar y reportar conductas inapropiadas de manera efectiva.
Uno de los grandes aportes de la Ley Karin es que otorga a los empleados mayores herramientas para protegerse en su lugar de trabajo. Javier Soto destaca que, especialmente en empresas de outsourcing como Portia, donde los trabajadores tienen contacto frecuente con terceros, esta ley garantiza una mayor seguridad. «Gracias a la Ley Karin, los trabajadores no solo podrán identificar cuándo están siendo víctimas de violencia o acoso, sino que también contarán con procesos claros y transparentes para presentar denuncias, lo que antes no era tan accesible», explica.
Además, la ley introduce principios como la imparcialidad, la perspectiva de género y la celeridad en los procedimientos de investigación, lo que asegura un manejo más justo y efectivo de las denuncias.
Javier Soto está convencido de que la Ley Karin será un cambio estructural en el ámbito laboral chileno. A largo plazo, las empresas no solo verán una reducción en los casos de violencia y acoso, sino que también mejorarán su ambiente de trabajo. «La implementación de esta ley trae consigo un cambio cultural necesario. La convivencia laboral se verá fortalecida al promover relaciones basadas en el respeto mutuo y la ausencia de violencia», concluye.
En resumen, la Ley Karin es un paso crucial hacia un ambiente laboral más seguro, equitativo y respetuoso en Chile. Las empresas como Portia, que han implementado esta normativa de manera ejemplar, no solo cumplen con las obligaciones legales, sino que también aseguran el bienestar y la protección de sus trabajadores, demostrando un compromiso firme con la mejora continua de su entorno laboral.
La implementación de la Ley Karin representa un cambio importante en la cultura organizacional de las empresas en Chile. A través de esta entrevista con el abogado Javier Soto, hemos podido entender cómo esta ley tiene el potencial de transformar no solo la relación entre trabajadores y empleadores, sino también el ambiente general en el que se desarrollan las labores diarias.